“¡Mi querida! ¡Qué extraño está todo hoy! Y ayer las cosas sucedieron como de costumbre. Me pregunto si se las cambió por la noche.
Déjame pensar... ¿era yo el mismo al levantarme esta mañana? Casi recuerdo haberme sentido algo diferente”.
Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas
Cuando tu mente está concentrada en el resultado más que en lo que está haciendo se crea una disonancia interior que bloquea cualquier posibilidad para la aparición de milagros.
La prosperidad tiene que ver con el proceso, no con los resultados.
En realidad, como ser único y completo, has elegido estar aquí para cumplir un propósito vital, por ello tu tarea más importante es descubrir ese propósito.
Así que, debes decirte:
“Estoy aquí a propósito, puedo conseguir cualquier cosa que desee.”
Comenzarán a producirse resultados sincrónicos (1).
Es preciso saber lo que quieres verdaderamente en la vida. Cuáles son tus sueños secretos, tus deseos y los objetivos que podrás esperar al manifestar tus cualidades únicas.
Es aquí donde comienza la llamada a convertirte en lo que estás destinado a ser, la llamada a alcanzar tu propósito vital.
Cada uno de nosotros, en determinado momento de su vida, tiene una pregunta fundamental acerca de su existencia. Y, desde luego, ésta es la única pregunta que nos sirve para indagar en nuestro Yo Superior y para quitarnos todas las máscaras sociales que nos vamos poniendo con nuestro ego.
Para saber, pregunta y sigue preguntando.
¡Ojo!, no vayas a caer en la tentación de preguntar a los demás para que te den la dirección. Tus propias respuestas están inscritas en ti.
Debes ser aquello que deseas. Cuando eres lo que deseas, lo atraes irradiándolo.
Por eso el proceso de saber quién eres y para qué estás aquí, depende en gran medida, de tu capacidad para ser positivo.
Bastará una sola interpretación negativa para frenarlo todo.
Estás inmerso en un proceso que te llevará a despertar y abrirte a quien realmente eres. En este proceso no cabe la negación. Por ello, te sugiero que te libres del lastre negativo de tu pasado. Lo puedes identificar fácilmente, tiene que ver con:
· Todas las limitaciones impuestas
· Todas las culpas auto-impuestas
· Todos los noes escuchados
· Todas las críticas recibidas
· Todos los “eso no se puede hacer”
· Todos los “ahora no se puede”
· Todos los “deberías olvidar”
· Todos los “no digas tonterías”
· Todos los “deja de ser un niño”
Cada vez que dices “no puedo”, te pones delante una señal de Stop. Cierras la puerta a tu propia sabiduría interior y obstruyes el flujo de energía, que es tu saber espiritual.
¿Estás dispuesto a ir más allá de lo que crees hoy?
¿Realmente deseas cambiar?
¿Prefieres continuar lamentándote por lo que no tienes en la vida?
¿Verdaderamente deseas crearte una vida mucho más maravillosa que la que tienes ahora?
¡Pues comunícate con la Inteligencia que llevas dentro!
Elimina todos los pensamientos negativos de tu mente. Son hijos del miedo y nietos de la ignorancia.
Ya has viajado tiempo suficiente con ese equipaje. Permítete el lujo de hacer el resto del viaje con nuevas “vestimentas mentales”.
¡No luches contra tus pensamientos negativos!
En realidad, no se trata de luchar contra lo que no quieres (eso te debilitará); más bien, se trata de luchar por lo que quieres (eso te fortalecerá).Simplemente bendícelos y déjalos marchar porque, a partir de ahora, no los necesitas. El resto de tu viaje necesita de nuevos enfoques, de creatividad, de innovación, de cambios, de evolución positiva, de vibración espiritual, de iluminación.
Ahora comienzas a reinterpretarte para vivir tu auténtica experiencia y descubrir quién eres realmente.
Tu mente tiene poderes que te permiten ir más allá de tu manera habitual de pensar y más allá de lo que crees posible.
Dependiendo de las interpretaciones que hagas de ti mismo, puedes cambiar tu visión y objetivo en la vida y, con ello, el tipo de mundo que ayudarás a construir.
El hecho es que tu lenguaje y tu sistema nervioso se combinan para construir constantemente tu entorno. Sólo puedes ver aquello sobre lo que piensas, porque más allá de tu pensamiento eres ciego. Por eso necesitas del pensamiento positivo.
Hasta ahora habrás pensado que usas el lenguaje para describir tu mundo; de repente te darás cuenta de que no es así. Al contrario, comprobarás, que a través del lenguaje crearás tu mundo.
En otras palabras, no dibujas el mundo que ves, sino que ves el mundo que dibujas. De ti depende que sea negativo o positivo. Porque tú tienes los colores y los pinceles. Tú pintas tu infierno o tu paraíso y sólo tú te metes en él.
Lo difícil en la vida no es recibir respuestas a nuestras preguntas reales, lo difícil es identificar las preguntas reales, las preguntas que son efectivas.
A continuación, tienes la más efectiva y que te ayudará a contestar la otras dos:
¿Si tuvieras todo el dinero que quisieras y dispusieras de todo el tiempo... qué harías con tu vida, cuál sería tu misión y tu pasión, a qué te dedicarías?
Si tu contestación ha sido que harías lo que ya estás haciendo, ¡enhorabuena!, estás cumpliendo con tu destino.
De lo contrario, tu respuesta te llevará a crear un visión que comenzará entonces como una imagen mental detallada de lo que quieres lograr en el futuro. La simple evocación de esa imagen tendrá el poder de despertar en ti una emoción positiva y ella te estimulará para hacer lo necesario para obtenerlo.
La distancia entre tu realidad y tu visión, provoca una tensión en ti que va a estimular tu energía y tu creatividad más de todo lo que tú pudieras imaginar.
Los límites de tu potencial son imaginarios. Primero conseguirás algo que te parecía imposible de lograr. Al día siguiente, conseguirás algo aún más sorprendente y los días siguientes continuarás sobrepasando tus logros anteriores.
Estás aquí, no sólo para vivir. Estás aquí para aprender, para amar y para aportar tu ayuda a los demás.
Así que, cuando tu visión sea precisa en tu mente, escríbela, ilústrala con imágenes para guardarla en ti y, la visión, comenzará a penetrar en cada rincón de tu alma. Tú te convertirás en ella y ella se convertirá en ti.
Comenzarás a tener una sensación muy clara de direccionalidad y enfoque internos, y una increíble sensación de libertad que no habrás sentido nunca en toda tu vida.
Entonces, podrás usar el poder de tu visión, y las expectativas que fluirán de ti, como una intención constante.
La fuerza de la intención surgirá cuando te sincronices con la fuerza universal y omnicreadora.
Como dice Deepak Chopra: "La intención, es el verdadero potencial detrás del deseo,... es deseo sin apego al resultado (desapego). Es una fuerza que todos llevamos dentro. Es un campo de energía que fluye de una forma invisible y que se activa a través del proceso de conectar con tu ser natural y deshacerte de la identificación del ego".
Cuando te sientas inspirado por un gran propósito todo empezará a irte bien. Cuando sientes la inspiración, lo que te parecía arriesgado se transforma en un camino que te sientes obligado a seguir. Los riesgos desaparecen porque vas tras tu dicha, la verdad que existe en tu interior, el amor armonizado con tu intención.
El cambio consiste en pasar de ver un mundo hecho de cosas a ver un mundo abierto y fundamentalmente hecho de posibilidades.
Así, podemos pasar de la resignación a saber que tenemos alternativas y que si queremos participar en el proceso de despliegue del Universo, debemos dejar que la vida fluya a través de nosotros en lugar de tratar de controlarla.
Porque, en realidad, no podemos controlar absolutamente nada, ya que, todo lo que nos rodea está en continuo movimiento. No hay nada en la naturaleza que se quede como está. Nada es permanente.
El mundo no es algo que esté fijado sino en constante flujo; en consecuencia, el futuro tampoco está fijado y puede ser moldeado.
Una vez que aprecias que la naturaleza de nuestro mundo, de nuestro Universo, es insustancial, y sin embargo existe, entonces te abres inmediatamente a la posibilidad de un cambio. Porque sabes que hay una enorme apertura de posibilidades, de posibilidades de crear y de cambiar.
Y, si te asalta el temor, transfórmate en amor y bendícelo dejándole marchar.
El único temor que me gustaría que sintieras frente al cambio es el de ser incapaz de cambiar con él; creerte atado a lo muerto, seguir con lo anterior, permanecer igual.
El cambio es el motor de tu vida. Es una transición del acto de dejar fluir, de soltar y separarte física y emocionalmente del pasado, para vivir el presente.
En realidad somos seres cambiantes por naturaleza (nuestros cuerpos viven en las alas del cambio: nuestra piel se renueva una vez al mes; el recubrimiento del estómago cada cinco días; el hígado cada seis semanas; el esqueleto cada tres meses; y en un año todos los átomos del cuerpo habrán sido renovados totalmente) donde el tiempo y el espacio son simples horizontes pero no son la expresión de la totalidad.
¡Cambiar!... Ya sé que es mucho más fácil escribirlo o decirlo que hacerlo.
¿Y qué?... El hecho de que sea difícil, no significa que sea imposible.
Es útil para recordar y aceptar con humildad que nuestros patrones habituales de pensamiento no nos sirven para librarnos de ellos. Como decía Einstein: “no se puede solucionar un problema desde el mismo nivel en que se lo creó”.
La disposición no se abre con facilidad al cabo de una vida reforzando nuestra visión de la realidad. A veces tenemos que tocar fondo, como me ocurrió a mí, para apreciar plenamente la medida en que somos prisioneros. O podemos tener un duro despertar, por ejemplo, al ver que nuestro comportamiento es muy similar al de nuestros padres, como sucede con frecuencia cuando llegamos a serlo.
Rara vez cambiamos a menos que nos sintamos incómodos. Ni la posición en la silla cambiamos a menos que estemos incómodos. Hacemos un cambio mental ante la incomodidad de la disonancia cognitiva (una falta de coherencia entre nuestras creencias y nuestras acciones).
Cambiamos nuestro comportamiento cuando vivimos la incomodidad de ver nuestros deseos frustrados. Abrimos nuestro corazón cuando nos demuele la pena o la alegría. Puede que no sea necesario el sufrimiento pero ciertamente es un incentivo muy común.
También es posible ver un atisbo de nuestro potencial por una experiencia cumbre; un libro, una película, una obra de arte o una persona inspiradora.
Miles de posibilidades pueden abrir nuestra imaginación en la forma más inesperada.
En particular, como seres humanos, el único mundo que podemos tener es el que creamos con nuestro lenguaje e interacciones. Nuestro mundo sólo cambiará si cambiamos nosotros.
Por eso, cuando nos transformamos, el mundo en el cual vivimos también sufre una transformación.
No sucede nada verdaderamente relevante a menos que ocurra tal transformación.
Parte de la transformación que ocurre, sólo puede proceder de alguien que haya cambiado su postura de la resignación a la posibilidad.
Si miramos hacia adentro nos damos cuenta de que el encuentro transformador puede ocurrir de muchos modos, por muchas vías.
Debemos hacer sonar nuestro despertador interior para así despertar a una nueva realidad.
Todos debemos encontrar esa experiencia espiritual que transforma nuestra comprensión respecto de quiénes somos y nos abre a la inteligencia que hay detrás del Universo.
A un nivel que no podemos ver existe una totalidad no fragmentada, un orden implicado del que parecen surgir sucesos concretos. Todos los seres humanos formamos parte de esa totalidad no fragmentada que se despliega constantemente. Una de nuestras responsabilidades en la vida es abrirnos y aprender, haciéndonos más capaces de sentir y de plasmar las nuevas realidades emergentes.
David Bohm.
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1 comentario:
aunque sólo fuese por la frase de Chopra
"La intención es el verdadero poder detrás del deseo. Es muy poderosa porque es deseo sin apego al resultado" ya habría valido la pena leer hoy tu blog. No pares!
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