¿Recuerdas cómo has transformado tu vida cuando has decidido hacer un sueño realidad?
Cómo olvidar aquel momento en el que te comprometiste a hacer posible lo imposible.
Sabías que era difícil, que no tenías muchos recursos y, a pesar de eso, lo lograste.
Cuando luchas por un sueño, amanece más temprano. Los días son cortos e intensos.
Te invito a reencontrar tus sueños,
a inflar con fe tus ilusiones,
a ver sólo a través de la esperanza,
a recordar con certeza,
que cuando quieres: puedes.
Te invito a mirar,
no hacia donde se dirige tu mirada,
sino hacia donde tu corazón quiere ir.
Si no lo intentas, no hay ninguna probabilidad de que lo logres.
Da tu primer paso ahora, por pequeño que sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario