¿Cuál es el problema?

Un problema bien planteado es un problema medio resuelto

Científicamente comprobado: el 90% de lo que consideramos como problemas ¡no existe!. Otro 5% suelen ser obstáculos en el camino y del 5% restante, cuando aprendemos a definirlos, lo único que encontramos durante el proceso son ¡oportunidades ocultas!.

Hace pocos días leía una frase categórica al respecto que me indujo a buscar más información para poder abordar este artículo. La frase en cuestión es la siguiente:
¡No existen los grandes problemas, sólo existen personas más pequeñas que sus problemas!

Me puse manos a la obra, rebuscando entre una docena de autores que abordaban el asunto en cuestión y todos ellos, salvo en ligeros matices, coinciden en lo mismo, a saber: describir el problema con todo lujo de detalles y, después, "sangrarlo" con la pregunta encadenada del ¿por qué? (aquélla que, cuando éramos niños y genios, formulábamos constantemente a nuestros padres).

Y ¡vaya si funciona!
Te invito a que lo pongas en práctica, como poco, te sorprenderás del resultado transformador que tiene este sencillo método.
Yo lo hice con dos situaciones que consideraba problemáticas y, ninguna de ellas, soportó el quinto ¿por qué?.

Y es que, en el fondo, todo es una interpretación pero, además, negativa.

De entre todo lo que indagué, hay un artículo que me pareció muy interesante y concreto. A continuación lo reproduzco, citando la fuente y su autor:

Encuentra un problema más grande.
Casi todo el tiempo vemos nuestros problemas como barreras. Nos incomodan y nos molestan. Interfieren al no permitirnos gozar de vidas dichosas y productivas. Cuando vemos los problemas de esta manera, nuestra meta se convierte en la eliminación de los problemas. Este punto de vista es inútil. Es imposible vivir una vida sin problemas. Además éstos sirven a un propósito.
Los problemas nos dan la oportunidad de participar en la vida. Si no existieran, nuestra vida no tendría significado y sería aburrida. Cuando no tenemos un problema que resolver, es muy probable que inventemos uno. Los problemas nos estimulan y nos hacen seguir adelante.
Cuando los problemas se ven de esta manera, la meta se convierte en la creación de los problemas en vez de su eliminación. Posteriormente la meta es dominar los problemas (crear oportunidades) que tienen un sentido.
Los problemas parecen seguir la misma ley física de los gases. Se hacen más grandes para llenar el espacio que está disponible. Si el único problema en todo el día es escribir una carta de agradecimiento después de una entrevista para un trabajo, puedes pasar todo el día buscando el papel y la pluma, pensando en lo que vas a decir, escribiendo la carta, buscando el sobre y el sello, yendo al buzón del correo y luego pensando en todas las cosas que se te olvidó decir.
Si ese día también necesitas comprar comestibles, el problema de la carta se reduce para darle lugar a otro problema. Si también quieres comprar un coche, es increíble lo rápido y lo fácil que resolverás los asuntos de la carta y los comestibles. Por eso una forma de manejar los problemas es buscar otros más grandes.
Los problemas más grandes no son difíciles de encontrar.
Piensa en el problema del hambre que existe en el mundo...
Piensa en el alcoholismo...
Los maltratos...
La polución...
Las drogas...
Las guerras...
Etc...
-David B. Ellis- "Becoming a Master"




Intenta aportar tus soluciones a esos grandes problemas y, después, vuelve a los tuyos. Como poco habrás expandido tu conciencia y, desde ese nuevo nivel de vibración, al enfocar de nuevo "tu problema", éste habrá quedado minimizado.
Probablemente, entonces, te veas más grande que tu problema.

De todas formas, vuelve al principio y defínelo hasta la saciedad, sin olvidar bombardearlo con varios ¿por qué?.


No es que sean incapaces de ver la solución, sino de ver el problema.
-Chesterton-

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